Mi primer Fanfiction...y es de Harry Potter :O

Hola a todes, espero que estén muy bien. Tengo un par de reseñas que quiero subir pero por trabajo no he tenido tiempo. Eso sí, hace unos días me di una media hora para desarrollar una idea que tenía y quería llevarla a texto. No escribo ficción, pese a que podría tener cercanía la escritura por mi profesión, pero no sé, escribo en mi trabajo todos los días y realmente no me considero muy creativa. Advertencia: Lo que les presentaré sale totalmente de mi zona de confort y es para quienes hayan leído ya el tercer libro.
Reconozco que hace un tiempo comencé a escuchar el término Fanfiction, pero nunca me dio curiosidad leerlos porque prefería quedarme con las historias originales, pero veánme ahora xD Espero que los entretenga unos minutos y por supuesto estaré atenta a recomendaciones de Fanfiction de Harry Potter.


Harry y un familiar inesperado

Desde que Harry era un bebé (huérfano por culpa de Lord Voldemort) ha tenido que vivir con su
tía Petunia, tío Vernon y su primo Dudley, un total suplicio. Sin embargo, desde que supo que su
padrino, Sirius Black, era inocente de haber traicionado a sus padres y, por ende, de sus muertes,
ha mantenido una leve esperanza de poder vivir en una casa normal, donde cada verano lo
reciban con cariño y no con miradas de odio y repugnancia. Sin embargo, que Sirius sea inocente
no solucionó nada, ya que ante los ojos de la mayoría, seguía siendo un asesino que escapó de
Azkabán.

Como ya era recurrente, Harry Potter estaba en la casa de los Weasley días antes de tomar el
expreso de Howgarts y así comenzar otro año en la escuela de magia. Él y su mejor amigo Ron
hablaban todos los días con su otra mejor amiga, Hermione Granger, una muggle (no mago o bruja), ya sea de lo que habían hecho ese verano, o de qué se les presentará en el nuevo año escolar. Hasta
ahora Harry y sus amigos habían pasado muchas aventuras, la mayoría de ellas tétricas. Pero no
pasaba nada, para ellos la preocupación en ese momento era qué materias deberían tomar, algo
que emocionaba más a Hermione que a Harry y Ron, y qué nuevo profesor de Artes Oscuras
tendrían, ya que cada año los cambiaban por diferentes motivos.
Uno de esos días antes de ir a la escuela, a casa de los Weasley -que dicho sea de paso estaba muy
alejada del pueblo, para que sus acciones de magos no fueran vistas por los muggles- llegó una
joven de unos 26 años, cabello castaño y de ojos verde claro. Avanzaba cautelosa y mirando hacia
todos lados, hasta que llegó justo frente a La Madriguera, para sorpresa de los dueños de casa. Era
inusual que una muggle llegara a ellos. Sí, una muggle.
Primero salió la madre de Ron, y luego el padre. Los hijos de la familia, más Harry, estaban a un
costado de la casa y miraron con sorpresa a esta joven de aspecto familiar.

-Disculpen- dijo la joven- ¿esta es la casa de los Weasley? - preguntó con voz nerviosa, aunque no
se le notara. De hecho, se veía amigable y segura de sí misma, pero precavida.
-Sí-respondió con sorpresa la madre de Ron.
-Busco a Harry Potter, ¿él está con ustedes? - preguntó mirando hacia donde estaban los jóvenes.
- ¿Quién eres tú? -preguntó Harry mientras se acercaba.
-Soy su tía, hermana menor de su madre, me llamo Mary Evans- respondió mientras todos, sin
excepción, la miraban con expresión de sorpresa y como si estuviera loca.
-Mi madre no tenía más hermanas que mi tía Petunia ¿quién eres? –volvió a preguntar Harry.
En ese momento Mary Evans, la recién llegada, lo miró y no pudo dejar caer varias lágrimas.
Trataba de controlarse, pero, al igual que los presentes, tenía muchos sentimientos encontrados.
-Ceo que ni siquiera tu madre sabía de mi existencia, Harry, déjame explicarte.
Y así fue como Harry miró al padre de Ron para saber si él creía que debía escucharla o
simplemente desconfiar de ella y no tomarla en cuenta. Pero el padre de los Weasley sintió que
Mary no estaba mintiendo, y que por lo mismo le debía dar la oportunidad de explicarse. Así fue
como indicó a su familia que dejaran solos a los, al parecer, nuevos tía y sobrino.

Mary y el joven mago se sentaron en una banca junto a la casa y después de un silencio que
representaba la conmoción, ella comenzó a hablar. Mary le contó a Harry que su padre dejó a sus
hijas Lily y Petunia, y a su madre, comenzando así una nueva vida muy lejos, en Australia.
Precisamente en Sidney había nacido la única hija del abuelo de Harry con su nueva pareja. Esa
niña era Mary.
-Pero tía Petunia nunca lo mencionó, ¿ella lo sabía? -preguntó Harry.
-No lo sé, creo que no. O sea, sabían que mi padre las había abandonado, pero no que tuvieran
una hermana. Eso lo noté cuando llegué a casa de Petunia hace unos días, quien al escucharme
unos momentos se puso a gritar y llorar. Les tuve que sacar a punta de amenazas dónde estabas.
- ¿Y cómo te enteraste de mí? –dijo Harry con una cuota de desconfianza.
-Tu abuelo siempre supo de ustedes, pero eso lo descubrí hace más o menos un año. Me lo dijo
antes de morir, tras batallar años con una maldita enfermedad. Él nunca tuvo la valentía de
acercarse a su primera familia, fue una de las cosas de las que se arrepintió en su lecho de muerte.
-Pero, y cuando mi madre murió ¿por qué no volvió o no se acercó? –cuestionó el joven.
-No podría darte esa respuesta. Lo único que sé es que sacando cuentas y atando cabos, cuando
murió Lily él estuvo inmerso en su propio mundo. De un momento a otro cambió su forma de ser,
de alegre y bonachón pasó a ser sombrío y decadente. Ahora sé por qué.

-Mira Harry, cuando él murió y supe todo, no sabía qué hacer. Me cuestioné el mundo entero, en
un momento pensaba que me quedaría sola tras la muerte de mi último familiar vivo que conocía
y de la nada sé que tengo una media hermana y dos sobrinos. Aunque por lo que veo, la familia de
Petunia ya no cuenta. Me daba pánico tan solo pensar que me rechazarían y volvería a estar sola.
-Siento que aún no lo puedo creer, toda mi vida he estado con una familia que no me quiere, y de
la nada aparece una tía, joven, amigable y que quiere ser parte de mi vida. Porque ¿quieres ser
parte de mi vida, cierto? –preguntó Harry mientras la miraba con ansias de conocer la respuesta.
Con una sonrisa que de a poco aparecía en la cara de Mary, ésta le dijo que sí y luego lo abrazó. Se
sentía como si la familiaridad siempre hubiese existido. Era todo nuevo para ambos.
-Pero, cuéntame de ti Harry, cuéntame, Petunia dijo que eras un delincuente en las partes que
logré entender mientras me gritaba. ¿Y por qué dices que no te quieren? – preguntó confundida la
joven mientras se separa de Harry para observarlo.
-Ellos dicen que soy anormal, ¿no te lo dijeron?
- ¿Anormal?, ¿de qué hablas Harry? Está bien que no les guste tu comportamiento, ¿pero
anormal? Eso es demasiado- contestó Mary molesta.
-Soy un mago tía Mary, y mis padres también lo eran. ¿El abuelo no te lo dijo? –le preguntó Harry.
- ¿Magos? ¿te refieres a que tienes súper poderes? –repuso Mary.
-Algo así- contestó Harry. De hecho, ahora mismo estás en una casa con una familia donde todos
son magos.

Mary comenzó a mirar nuevamente La Madriguera y se dio cuenta que no tenía una forma común,
y estable. Se preguntó cómo estaba en pie. En eso aparecieron los padres de Ron, querían ver
cómo estaban la tía y el sobrino. Harry les contó todo lo que Mary le había explicado hace unos
momentos y los Weasley no dejaban de abrir y cerrar la boca, no podían entender del todo, pero
notaron que Mary era honesta y que Harry les estaba contando todo con una contenida felicidad.
Finalmente tenía un familiar vivo que lo quería en su vida.
-Debo contarles otra cosa –dijo Mary mientras miraba a los presentes como si fuera a recibir
cuestionamientos. Nunca pensé que fueran magos, pero ahora entiendo todo lo que me ha
pasado desde niña.

- ¡¿Qué?!, ¡¿puedes hacer magia sin tener varita?! –gritó el papá de Ron.
- ¡Deja de gritar! –replicó la señora Weasley.
-Claro que no, o sea, sólo puedo mover algunas cosas, no lo sé, nunca se lo había contado a
alguien, ni siquiera a mi padre –les explicó Mary. Cuando era niña de pronto pude acercar mi
peluche a la cama solo pensando en que lo quería junto a mí, y así comencé a probar, asustada. En
ese momento hizo una demostración frente de todos, movió la banca donde estaba sentada junto
a Harry. Todos quedaron con la boca abierta –Mary siguió contándoles otras cosas inusuales... lo
que ella creía que eran inusuales.
-Debemos hablar con alguien que explique esos poderes, porque claramente eres una bruja, pero
no entiendo cómo tienes ese nivel de control sin una varita. ¿Cuándo puedes ir al Ministerio de
Magia para que veamos cómo manejar esto, Mary? - preguntó el señor Weasley.
-Bueno, debo volver a Sidney –dijo Mary, notando que la cara de Harry se ponía tensa. -Pero es
para dejar todo en orden, creo que mi lugar ahora, o por ahora, es aquí junto a Harry. No quiero
cambiar su vida, menos de un día para otro. Enterarse de mí y todo lo demás ha sido suficiente por
ahora.

-A penas vuelva iré con usted para hablar con alguien que pueda ayudarme –dijo la joven.
-No estás enferma, querida –comentó la mamá de Ron. Es sólo que eres adulta y no has tenido
ninguna instrucción, pero aún así lo que nos has contado y demostrado es sorprendente, y solo
necesitas guía para ser quien realmente eres.
-Por alguna razón no temo a nada ahora mismo, creo que siempre sentí que era diferente, pero
que a su vez eso no era malo. Harry ¿Petunia te trataba mal porque eres un mago? Eso quiere
decir que no querrá volverme a ver... su media hermana y además bruja... una combinación fatal
–dijo con una sonrisa tristona.
Los demás asintieron, aunque Harry no lo veía como algo malo. Finalmente tendría un ser querido
vivo y que no dividiera su atención, por ejemplo, con su primo Dudley.
Mary se quedó una semana donde los Weasley, justo los días que faltaban para que los más
jóvenes volviera a la escuela. Tía y sobrino no paraban de hablar, contarse la vida, reír y abrazarse.
Harry se enteró de que su tía era periodista y que tenía su propio medio digital enfocado en noticias conspirativas. No tenía mascotas ni novio porque tenía miedo de perderlos, como a toda
su familia.

Finalmente llegó el día de ir a la estación. Mary vio a Harry traspasar el andén 9 ¾ , sorprendida
pero feliz de ver a su sobrino partir tan alegremente. Él le gritó mientras se iba que se verían en las
vacaciones y que la ayudaría con la mudanza a su nueva casa.
Ahora comenzaba la nueva aventura de Mary, y la nueva vida de Harry.


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